Clases, acto y compromiso

lunes, 20 de marzo de 2006

El 24 de marzo no es una fecha más para los argentinos desde 1976. Sin someternos a oportunismos mediáticos apelamos el análisis y a la reflexión personal como el camino del compromiso, que siempre será un salvoconducto. La represión se hace el hueco todo el tiempo para justificar la violencia diaria. No se busca discutir sobre los problemas, sino blasfemar los reclamos, ponerlo en el lugar del odio, lejos de cualquier acuerdo justo. Meditar sobre los nuevos medios que impone el terrorismo de estado es entender que la democracia no es, o al menos no debería ser, la salvación, sino una herramienta cotidiana para vivir mejor. A 30 años del último golpe militar, el peligro no está focalizado en el sector militar: el peligro se tiñe y se destiñé todos los días y busca -al parecer con éxito como muestra el paso de los días- desatar la intolerancia que socave cada uno de nuestros deseos. El ejercicio para la enseñanza no es sólo recordar. Más bien radica en no olvidar que, si sólo se nos invoca como válida la efeméride quieta del calendario, seremos rehenes del tiempo y, aun peor, de nuestra propia lucha diaria, que con 23 años de democracia quiere más luz en su resquicio. Comienzan las clases en la facultad, y aunque con nuestros alumnos nos veremos recién el viernes 31, hoy a las 19 horas en el patio central habrá un acto. Hablará el decano Jaime Sorin y participarán autoridades de la FADU, familiares de detenidos-desaparecidos, organismos de derechos humanos, centro de estudiantes y la comisión interna no docentes.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

La licuadora habilita el espacio para comentarios , pero no anonimos.
que cada uno se haga cargo de lo que dice.